Ofertas, deudores, Dicom! ¿Y dónde está el Estado?


En El Salvador las autoridades han defendido mucho el libre mercado sin demasiada regulación del Estado, generandpo problemas en los últimos tiempos, luego de la dolarización que introdujo un Presidente hace algunos años. Pero esos problemas no afectan mucho a las empresas, sino a la población, pero no a toda, sino a la clase media y baja, la clase alta sabe como arreglárselas.

La libre mercado genera competencia entre las empresas para ganar clientes, bajando los precios de algunos bienes y servicios, pero al existir poca injerencia estatal en el comportamiento de las empresas, los abusos crecen de forma acelerada, se pensó en defender al consumidor creando la Defensoría del Consumidor, pero no lo ha hecho tan efectivamente, cuando se reformó dicha ley, fueron las mismas empresas, especialmente las financieras quienes impusieron sus intereses y sabían qué cosas reformar y cuáles no, de antemano su futuro estaba asegurado para seguir generando ganancias desmedidas a costa de los consumidores.

En aquel entonces que se introdujo la dolarización se vendió la idea que el país seguiría teniendo en circulación el colón junto con la nueva moneda, el dólar americano, y el argumento más vendido fue que las tasas de interés de los préstamos bajarían al tener una moneda fuerte en el mercado. Eso se dio en un inicio, pero al poco tiempo las tasas empezaron a subir nuevamente ya como dólar, porque los bancos financieros cuando recibían colones los guardaban y dejaron de aceptarlo como moneda de pago. Quedó sólo el dólar y los salarios seguían siendo pagados como colones, pero los bienes y servicios de vendían en dólares, la gente empezó a tener menos capacidad de compra y empezó a endeudarse cada vez más.

El libre mercado ganaba terreno frente a una regulación casi nula de Estado, empezamos a ver ofertas increíbles para que la gente se endeudara, tarjetas de crédito por todo lados, préstamos que parecían buen trato, como la población ya tenía poca capacidad de compra, cayó en la trampa y los salvadoreños tenían más de una tarjeta de crédito. Cuando llega el momento de cobrar los préstamos y las tarjetas, la gente no tenía como cubrir semejante frente de deudas, optaba por el refinanciamiento cada tres meses, para pagar todas las deudas que acumularon cuando creyeron en las ofertas bonitas de los bancos financieros. Llamadas a toda hora para cobrar, al trabajo, la casa, los vecinos, los amigos, etc, logrando mediante formas abusivas que la gente pagara a toda costa y como fuera. Mientras tanto la Defensoría del Consumidor se llenaba de denuncias en contra de los bancos financieros por los cobros excesivos, las llamadas abusivas a toda hora, el hostigamiento incesante, que genera perturbación en el deudor, codeudor, etc..... las denuncias se resolvían más que todo con conciliaciones, casi nunca llegaban al final determinando que los bancos y bufetes de cobro actuaban abusivamente, era una burla al consumidor, quien gastaba tiempo y dinero en estar llegando a la Defensoría a conciliar y casi siempre el acuerdo era contrario a sus intereses.

Los bancos vieron que eso era bueno, que la Defensoría era manipulable y que mediante la conciliación todo se resolvería, han decidido seguir con las ofertas en los medios de comunicación. Otra forma más de presionar a los deudores a pagar es enviarlos a DICOM, donde pasarían un largo tiempo aunque pagara, y no podían accesar a nuevos créditos, por estar en esa lista que cualquiera puede tener acceso, aun gente en la calle ofrece esas bases de datos. Si alguien está en la base de datos de DICOM mal acreditado, muere civilmente.

Para colmo, después de una denuncia que el abogado y Presidente de INDATA, Lic. Boris Solórzano, interpuso en la Corte Suprema de Justicia contra DICOM en 2002, por tenerlo con mal record crediticio sin motivo alguno, en la reforma la Ley del Consumidor arriba citada, se estableció que los bancos no podían compartir ni vender los datos personales de los clientes salvo autorización inequívoca y por escrito del titular; decidieron los bancos, que dicha autorización, para evitar problemas, iba ir implícita en los contratos de préstamos y tarjetas de crédito, sin la cual el servicio no se daba. Quedó atado el consumidor nuevamente. Esta acción es ilegal pero la Defensoría no hace nada.

Pero el colmo llega cuando la Defensoría, una institución pública, junto con la empresa DICOM Equifax, empresa privada, suscriben un acuerdo donde establecieron que los deudores que esten en DICOM que hayan pagado sus deudas, tiene que pasar 3 años más en esa base de datos mal informados, tiempo en el cual no pueden acceder a créditos. Aparte de ser ilegal este acuerdo e inconstitucional, es muy injusto, ya que el deudor se mata la vida para pagar y salir de DICOM y aun así, por una decisión de una empresa privada, pasará 3 años más limitado su desarrollo social y familar. Es decir, para limitar el derecho a la Autodeterminación Informativa que reconoció la jurisprudencia de la Corte Suprema de Justicia, como aquel derecho a controlar el flujo de datos personales, especialmente en soportes informáticos, debe de hacerse mediante una ley formal y no mediante un acuerdo privado. Sólo en El Salvador se ve esto.

Para empeorar la vida de los consumidores, cuando este deja de pagar inmediantamente pasa a ser hostigado para que pague, y sus allegados, pasando a DICOM rápidamente; pero con todas las irregularidades que han cometido los bancos financieros contra los salvadoreños, no se hace nada, no se publican los que mas violan la ley, se es pasivo con ellos de parte de la Defensoría, no se sancionan, los abogados de los bancos son amiguisimos de los empleados de la Defensoría, saben cómo terminaran los casos, les avisan cuando se suspenden las audiencias, se ponen del lado del que tiene dinero en las audiencas, etc.

Poco le sirve a la gente saber en qué supermercado están más baratos los frijoles o los cuadernos?, si cada quien puede leer.

Mucho le serviría a la población saber qué banco financiero abusa más de los contratos y quiénes cobran más intereses de los debidos, para no acercarse a ellos. Mucho le serviría a los salvadoreños saber si sus datos personales están bien resguardados y no andan el un DVD en el centro de San Salvador o están a la venta en mundoanuncio.com, para ser comprados por quien sea o por bufetes de abogados para hacerles la vida imposible. Donde están los medios legales de cobro en los juzgados?, ya nadie los usa porque funciona mejor el hostigamiento social.

Nos preguntamos entonces: ¿Y dónde esta el Estado?

Comentarios

Darkness Knight ha dicho que…
en cuanto a DICOM creo que es una empresa sin etica ya como dice la lectura en este blog persona que paga debe de salir de sa base de datos, ya qie a veces las personas en lo personal mi caso entre a DICOM porque me dispidieron del trabajo y no pude pagar mis deuda y pues ahor que estoy con un mejor trabajo incluso ya estoy por egresar de la universidad, sigo sin conseguir un credito por esa maldita base de datos aunque ya oague.
La situacion economica del pais no permite a veces que podas honrar tus deudas ya sea que los hechen del trabajo o les pase algun accidente estos malditos bancos no perdonan
Anónimo ha dicho que…
Buenas Noches.
Tal y como dice el blog, los de dinero e influencias se las arreglan, pero el resto si sufre, para ser conciso, en 2003, Alejandro Nasri Saca Melendez, desfacó a la sociedad Industrias Quimicas, ubicada contiguo a la terminal de occidente, donde hoy estan unas instalaciones del Citi bank, en esa operacion, para favorecer a la empresa Medisal, propiedad de su hijo, dejo sin salarios a empleados, de todas las areas, y algunos ejecutivos incluso llegaron a dicom por llegar a acumular hasta 6 meses sin salario, luego se llevaron las formulas a otro laboratorio llamado Solaris, donde hacen el Oraldex, cuyo representante legal es un prestanombre llamado David Magaña, a todo esto; donde esta la justicia?

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